NIS: El Inicio

David Núñez
6 min readNov 27, 2020

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Como en todos los ejemplos de mi trabajo, se buscaba lograr lo que Borges –para mí el escritor más visionario de la narrativa contemporánea y, como aclara Anzieu “Ícaro siempre debe sus alas a algún Dédalo” (Anzieu, 1993: 22)- había imaginado en sus cuentos. Como cuenta al comienzo de “La Biblioteca de Babel”:

Acabo de escribir infinita. No he interpolado ese adjetivo por una costumbre retórica […] Quienes la imaginan sin límites, olvidan que los tiene el número posible de libros. Yo me atrevo a insinuar esta solución del antiguo problema: La biblioteca es ilimitada y periódica. Si un eterno viajero la atravesara en cualquier dirección, comprobaría al cabo de los siglos que los mismos volúmenes se repiten en el mismo desorden (que, repetido, sería un orden: el Orden). Mi soledad se alegra con esa elegante esperanza” (Borges, : )

Non Infinite Stories© busca la coherencia al alternar fragmentos y no gramemas o unidades mínimas oracionales. Los fragmentos, ya sean párrafos o capítulos, tienen una coherencia preconstruida, dada por el autor humano a un sentido. Pero, a diferencia de en las matemáticas básicas, en la narrativa el orden de los factores altera el producto (cuando veamos las resoluciones como elementos genéricos dentro de las cualidades electivas del texto adaptativo me adentrare en estos elementos).

Para ello, NIS utiliza procesos de combinatoria digital, reglas narrativas específicas y optimización de obras fragmentadas en capítulos o en bloques narrativos breves para generar múltiples posibles lecturas con planteamientos y resoluciones diferentes, específicas para cada lector.

En 2015 comencé con el primer experimento de mi novela dinámica Bastardo (Núñez, 2015). El resultado preliminar es, con los 94 bloques escritos, de 10 a la 149 lecturas diferentes. Para poner este número en perspectiva, en la década de 1950 el matemático Claude Shannon hizo un cálculo para determinar cuántos juegos de ajedrez diferentes eran posibles y obtuvo el número 1⁰¹²⁰[8]; el número de átomos en el universo es de 1⁰⁸⁰. En “La biblioteca de Babel”[9], la cantidad de libros posibles es de 25 1 312 000

Estos 1⁰¹⁴⁹ fragmentos de posibles lecturas son optimizados con reglas aristotélicas predefinidas con lo que se logran 4 mil millones de historias coherentes para que cada persona lea un texto único. Para poner este número en perspectiva, si cada persona leyera una versión de Bastardo, se requeriría al 60% de la población mundial actual para explorar el espacio de búsqueda completo de este sistema dinámico de hiperliteratura. De esa forma constatamos que cada persona leerá un texto único.

“Bastardo” (Núñez, 2015) –Antología ELO/ELCIM 2019- versa sobre la búsqueda de la identidad a partir de un personaje histórico: Henry Morton Stanley, el explorador galés que ostentó cuatro nombres diferentes, conquistó África, masificó el periodismo de guerra y se peleó con su pasado para romper con su condición de bastardía que le impedía ser considerado un caballero de la corona. Esa vida múltiple permite desarrollar tramas fragmentadas que varían de acuerdo con las combinaciones de lectura pero mantienen su coherencia y veracidad histórica.

Es decir, el acomodo de los fragmentos se generar a partir de un conjunto de reglas estructurales alimentadas al algoritmo. Los fragmentos son intercalados a partir de herramientas computacionales que generan cada iteración cumpliendo la idea de que la multiplicidad de la escritura se da en la infinidad de lecturas posibles.

En un inicio y sin considerar las lecturas eliminadas por las reglas estructurales, se consideraron 16 bloques iniciales y 16 bloques finales que tienen posiciones específicas, estos generan 256 posibilidades. Además, se puede elegir los otros 4 bloques entre 64 posibles bloques intermedios, las combinaciones de 4 en 64 resulta en 635,376 posibles secciones intermedias. Además se debe multiplicar este número por 4! = 24 pues el orden de los bloques es variable. Esto resulta en la siguiente ecuación:

y en 3,903,750,144 lecturas diferentes.

Con NIS Latam© se buscó que obras contemporáneas de literatura lineal latinoamericana tuvieran lecturas “inifinitas” en un relato electrónico. Esa muestra es un homenaje a ciertos libros canónicos y sus irreverentes autores, como se ve en el apartado de la “lectura adaptativa de un texto lineal.

Lo mismo se hizo con libros de ensayo[10], poesía, relatos clásicos como Las mil y una noches, el I ching… tramas que con NIS varían en estructura y en funcionalidad de forma azarosa; novelas que se combinan y optimizan con diferentes fórmulas para aspirar a la multilinealidad.

Cercano a lo expuesto por Brian Green en La realidad oculta, se crean universos paralelos con cada variación y es posible leerlos todos, pero para que sean universos donde se construye esta multilinealidad y se vea, debemos cambiar la interactividad del usuario por la adaptabilidad del texto.

Ello es un ejemplo de cómo, con la multilinealidad, se busca lo que anhela Borges en sus forking-paths: “En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del casi inextricable Ts’uiPên, opta — simultáneamente — por todas. Crea, así, diversos porvenires, diversos tiempos, que también, proliferan y se bifurcan.” (Borges, 1993: 112).

[1] “Y la razón por la que Queneau es mi héroe es que, si bien puede parecer que con estos ejercicios está demostrando la pura arbitrareidad de los signos lingüísticos -su total frivolidad-, en realidad yo creo que con este experimento demuestra otra cosa: que el mismo relato es distinto según las palabras de las que se componga. Hasta la menos de las reescrituras crea una proyección de lo real.” (Thirlwell,2014: 21)

[2] Variación temporal según Jenny Weight en “I, Apparatus, You: A Technosocial Introduction to Creative Practice”, Convergence 2006; 12; 413

[3] TRADUCCIÓN

[4] Ejemplos como Stuart Moulthrop con Victory Garden (1991), Shelley Jackson con Patchwork Girl (1995) Robert Arellano con Sunshine ’69 (1996), Mark Amerika con Grammatron (1997), entre otros como Scott Rettberg o Dirk Stratton desarrollaron relatos hipertextuales en formato físico o en plataforma web (Antologías de Electronic Literature Organzation, Grigar at al, 2012–2019).

[5] Scott Rettberg dice que “While it would not be accurate to say that the hypertext novel was completely abandoned by the first decade of the 21st century, it is the case that link-and-node hypertext would no longer be the dominant mode of literary experimentation in digital media.” (Rettberg, 2015: 34)

[6] En espera de un trabajo serio que sirva para analizar la película interactiva difundida el año pasado.

[7] “”

[8] Go, el juego chino, el juego que la Inteligencia Artificial también domina sobre los humanos -con AlphaGo-, tiene un número total de juegos posibles estimado de 1⁰⁷⁰⁰.

[9] “El matemático Le Lionnais calculó que el número de libros que tiene la Biblioteca de Babel se eleva a 2 a las 1 312 000 potencia. Cada libro tiene, en efecto, 410 páginas de 40 líneas de 80 caracteres, es decir 40 x 40 x 80: 1 312 000 espacios libres por libro, entre los cuáles los 25 signos del alfabeto universal, con el que se han escrito todos los libros, tiene que ser repartido de una manera diferente cada vez. Aunque no es infinita en en el sentido matemático del término [Esto lo leí dos años después de haber pensado en la misma idea, pero está escrito 25 años antes] la cifra de 25132 000 rebasa toda posibilidad humana no sólo de realización sino incluso de representación.” (Anzieu, 1993: 342)

[10] Literatura biónica (Núñez, 201): Libro de ensayos personalizado a las características del lector que analiza el proceso de la literatura biónica. Se llama personalizado pues con el programa computacional de Non Infinite Stories iteramos el libro, obteniendo 16 millones, 777 mil 216 libros diferentes y lo optimizamos para que obtuvieran un libro breve con 3 ensayos personalizados. La literatura biónica representa la unión de textos canónicos de narrativa y otros elementos multimediales, por ejemplo: La fotografía que determina la estructura en un relato, una sinfonía que define una novela impresa, la relación entre la inteligencia artificial y la literatura.

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Investigador y narrador digital. Doctorante en Comunicación Digital y Maestro en Letras por la UNAM. Profesor de Narrativa, Literatura Electrónica y Creatividad

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